Sobredosis
de pop.
Por:
Bernardo Ameneyro Esquivel
twitter: @nayoameneyro
En medio
de una gran expectación de chamacas ajuaradas para la ocasión, la banda
californiana encabezada por Adam Levine, se presentó por segunda ocasión en la
imponente Arena Ciudad de México, ¿el pretexto? su Gira Internacional
“Overexposed”, nombre del último disco con el cuál han conquistado nuevos
mercados.
Ruido Rosa |
Poco a
poco los fanáticos se dieron cita para sumar una respetable suma de entre 17 y
18 mil asistentes que no dejaron de corear una solo de los éxitos de la banda
multipremiada con Grammys, premios de MTV y Billboards, entre otros.
Javier Colón |
Las
primeras encomendadas en darle la bienvenida al respetable fueron las chamacas
de Ruido Rosa que le rockearon sabroso; luego siguió el turno de Javier Colón
que nos cautivó con su gran voz.
Si bien
los sonidos repetitivos de las viejas fórmulas de música pop se notaron más en
este último album; la verdad es que su sonido no ha cambiado mucho desde que se
dieron a conocer con su primer disco “Songs about Jane”, del cual he de
confesar que cargue con más de tres canciones durante muchos años en mi iPod;
de ahí que del set list de la noche tuve a bien reconocer éxitos como “This
Loved”, “She will be loved” y “Sunday Morning” que me evocaron buenos recuerdos
de una etapa donde todo era más sencillo y contaba con gente que ya no esta.
También
creo que fue un acierto intercalar éxitos con 10 años de existencia con los más
recientes, donde calificamos como bien ejecutados los temas “Payphone”, “One
more night”, y la famosísima, y repetidísima “Moves Like Jagger” –todas del
disco “Overexposed”- que hacen bailar al más torpe o al más metalero una vez
entrada la fiesta.
Dignas de
mención fueron las ejecuciones de los éxitos “Wake Up Call” y “Won’t Go Home
Without You” del segundo disco titulado “I won’t be soon before long”; mismo
caso para el cover del clásico “Seven Nation Army” de los desaparecidos White
Stripes que si bien muchos dirán que podría ser hasta ofensivo, en lo personal
lo agradecí bastante.
Si bien
uno llega a pensar que las actitudes del también juez del programa “The Voice”
que precisamente raya en la sobreexposición de su imagen en los medios masivos
de comunicación, no son de lo mejor que hemos visto en la vida, hay que
reconocerle que conoce su negocio, sabe a quién va dirigido, sabe de las nuevas
necesidades de un mercado que solo quiere divertirse, sabe que no tiene que ser
un gran showman para cautivar a quienes jamás lo habíamos visto, sabe que lo
importante es estar en el mayor número de portadas posible, ser el ajonjolí de
todos los moles en programas de concurso con formato de reallity show, cajas de
cereales, camisetas, desfiles de modas, etc.
Eso sí, la
música no es más que eso y si a la gente le gusta, esta chido.
El lugar: La última vez que estuve frente a La Arena Ciudad de
México fue cuando estaba en obra negra; supe, desde entonces que lejos de los
problemas acarreados por la actual administración del D.F. por construirlo, no importándole
la opinión de los demás, sería un foro impresionante, arquitectónicamente bien
planeado, ya que si bien esta en medio de avenidas que de día o de noche son
cuellos de botella, detalles como el estacionamiento gratis, los incontables
puntos de venta de comida o bebida, la atención del personal siempre cortés de
cada uno de los empleados del lugar y la buena organización de parte del staff,
deja un buen sabor de boca.
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