por: Bernardo Ameneyro
Esquivel
twitter: @nayoameneyro
El pasado sábado 24 de noviembre, Los
Estrambóticos presentaron en el Auditorio Blackberry su más reciente producción
(la séptima), titulada “Lágrimas y Risas”;
luego de subir sus 12 temas de su Disco Novela a las redes sociales, la banda conformada
por Pinocho Ruelas (voz), El Shadow (guitarra), Leo (bajo) y Jesús Vallarta
(batería) volvieron loco al termómetro del lugar, haciendo sudar al respetable
a pesar de que afuera hacía un frío de la fregada.
Cual almas penantes, el grupo Cuarto Menguante Danza del colectivo de
artistas del Faro de Tlahuac, bajaban del mosquitero que los tenía atrapados
para presenciar una de las tocadas mejor logradas en la escena del ska
nacional, 20 años se fueron rápido y la Familia Estrambótica fue creciendo, es
para todos, como siempre, para chicos y grandes, el empuje y espíritu
reaccionario sigue siendo el mismo, el baile es el eje principal de dicha
manifestación de amor, descontento, de sentirse vivo y hacer cimbrar el piso de
donde se presenten.
“Todos
Somos Estrambos” fue la canción con la que abrieron, lo que permitió irnos
haciendo una buena idea de los que nos esperaba ya que no se quedaron con nada,
de lo nuevo y lo clásico armaron un set list poderoso, los que crecimos con la
vieja escuela, convivíamos con la chamacada que supieron a bien reconocer temas
como “El bosque de la china”, “Quiero
soñar contigo” (la mas ovacionada por el respetable), “Camino a ninguna parte”,
“La herida” (la que más me emocionó de la noche), “La cerveza y el dolor” (donde colaboró Martell) y obvio “Me enamoré en la cola de las tortillas”
y “Peter Punk”; de este nuevo disco
destacan de manera sobresaliente “Gracias”,
“Ese baboso”, “Solo en la ciudad” y sé que cuando vuelva a escuchar “Mi propio cuento” (pero ahora
enfiestado) me va a encantar…
Las sorpresas de la noche: Muy grato
fue volver a ver a Pato, de Los Malditos Cocodrilos que con su abdomen de
lavadero arrancó suspiros a las chamacas que se pusieron a bailar y calentar
motores para darle paso al muñeco mayor, el adorado Lalo Tex que puso el
desorden con “Ladrón que roba a ladrón”
mientras arrancaba nuevos suspiros entre las reynas que le gritaban su precio.
Todo esto mientras nos encontramos al maestro Jorge Aviña, quien estuvo a cargo
del arte del disco. El último detalle fue la gratísima presencia de Madame
Recamier que colaboró con el tema de “Ciegos
de amor” (no entiendo como el Pino se pudo concentrar). #FiuFiu
Para subrayar: La loquera del
respetable que armó una y otra vez el slam con el único objetivo de divertirse,
tal fue el caso que en medio de los empujones se pudo ver a un nutrido grupo de
muñecas que no dejaron de bailar un solo momento de la noche en la nueva
superficie acolchada que permite darle buena batalla a la méndiga gravedad que
no nos dejó acompañar en las alturas el grupo Cuarto Menguante Danza, que acompañaron a Los Estrambos de
principio a fin mientras alternaban los chamacos del coro, un detalle muy
acertado por parte de la producción que para variar dio cátedra de organización
y excelencia sonora (aplausos para el famoso Chava y al staff de MC Media) y
como cereza del pastel: la chela estaba re barata…
Sin duda un excelente ejercicio
urbano, manufacturado en el pavimento madreado de una ciudad que como muchas
vive y forja su camino con las historias de los que cohabitamos pero que
difícilmente nos relacionamos, de ahí la cordial invitación de arrejuntarnos,
primero en el baile y después para velar por el interés común y decirle a esos
zánganos que su suerte esta por terminar.
Enhorabuena pues, que sean 20 años más
y de menos otros 7 discos, seguro esto amarra su quinta participación en el
Vive Latino para el año que entra.
Muy muy chingón.
Todos Somos Estrambos !!!
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